¿Qué es la relajación? Técnicas y beneficios

En este post queremos compartir con vosotros los beneficios de la relajación en estos días que vivimos tan complicados.

Tomarse tiempo para respirar y para uno mismo se está convirtiendo  en una tarea complicada. Desde el centro de psicología Ohana en Barajas queremos como siempre cuidar de tu bienestar.

Por eso no te puedes perder los consejos de Cristina Luzón , nuestra psicóloga titular. Descubre los secretos de la respiración y su repercusión en nuestro organismo.

Conoce sus beneficios terapéuticos

Las técnicas de relajación son un grupo de procedimientos destinados a enseñar a las personas a controlar los niveles propios de activación.

En nuestra vida cotidiana las personas nos enfrentamos continuamente a cambios y situaciones nuevas que son valoradas con demandas que exceden los recursos propios para hacerles frente y más en estos tiempos de incertidumbre.

Este proceso acaba por producir en la persona un desgaste psicológico y físico que afecta a nuestro bienestar personal.

Cual es el tipo de respiración más beneficiosa

Este tipo de respiración incompleta no permite una oxigenación tan adecuada como supondría una respiración en la que los pulmones se expandieran al máximo. Esto nos obligaría a tomar menos aire y, para compensar la falta del mismo, respiramos más veces.

Con este tipo de respiración conseguimos una menor oxigenación en los tejidos, un mayor trabajo cardíaco y una intoxicación general del organismo, lo cual facilitará la aparición de síntomas de ansiedad, depresión y fatiga física.

Repasemos  cómo funciona el aparato respiratorio: Inspiramos/Espiramos

Inspiramos

Cuando inspiramos, el aire penetra por la nariz y es calentado en la cavidad nasal, mientras que las glándulas secretoras de mucus lo humedecen y retienen las partículas nocivas.

Después el aire circula por la tráquea, pasa por los bronquios, los bronquiolos y llegan a los alvéolos pulmonares que es donde se encuentran los capilares sanguíneos. En este lugar el oxígeno es traspasado a la sangre y ésta distribuye el oxígeno a todos los órganos del cuerpo.

Espiración

Además, la sangre desprende el CO2 que no necesita y es expulsado en la siguiente espiración junto con las partículas nocivas retenidas al principio. Por último, la sangre oxigenada es impulsada por el corazón hasta los distintos órganos del cuerpo.

Descubre porque respiramos mal

Normalmente, cuando respiramos, lo hacemos con la parte alta de los pulmones, por ello, transmitimos oxígeno con los alvéolos de una pequeña parte de los pulmones, llegando menos oxígeno a la sangre.

Cuando esto ocurre, la sangre no puede soltar los desechos de las células al no poder tomar el oxígeno, quedándose en la circulación sanguínea e intoxicando lentamente nuestro organismo.

El oxígeno que llega a los órganos es insuficiente y éstos se ponen en funcionamiento para solicitar más (trabajan más), necesitando respirar más veces para compensar esa falta, dejándolos desnutridos y deteriorados.

Si pudiésemos respirar con todo el pulmón, éste se hincharía y entonces, el músculo inferior que separa la cavidad torácica de la abdominal, el diafragma, se desplazaría hacia abajo y las costillas saldrían hacia afuera, para permitir que los pulmones se expandiesen.

De esta manera, facilitaremos una mejor oxigenación, lo que conlleva un mejor funcionamiento de los tejidos, un menor trabajo cardiaco y dificultaríamos la aparición de la fatiga muscular y sensaciones de ansiedad.

Técnicas de respiración para la relajación

Respiración automática

La respiración normalmente es automática, sobre todo en situaciones de alto nivel emocional donde lo que menos nos preocupa es la respiración.

Sin embargo, el control voluntario es posible y las técnicas de respiración se centran en enseñarlo, para posteriormente automatizarlo y conseguir su regularización incluso, en las situaciones más problemáticas. Para ello se hace uso de todo el pulmón y de un ritmo más lento de respiración.

Respiración diafragmática

La llamada respiración diafragmática supone, tanto por su fácil aprendizaje como por su elevada eficacia, una de las técnicas de desactivación más utilizadas en la práctica clínica. El estado de relajación que trae consigo esta forma de respirar produce una serie de cambios en nuestro organismo, como, por ejemplo:

  • Disminución de la tensión muscular tónica, es decir los músculos pierden tensión por lo que entran en estado de relajación.
  • Disminución de la frecuencia e intensidad del ritmo cardíaco, nuestro corazón late más despacio y con menos fuerza.
  • Aumento de la vasodilatación arterial con el consiguiente incremento en el riego periférico y en la oxigenación celular. Nuestras arterias se ensanchan y ello permite que la sangre llegue a más partes de nuestro cuerpo consiguiendo llevar así más oxígeno.
  • Cambios en la respiración con una disminución en la frecuencia, así como un aumento en la intensidad y en la regularidad del ritmo inspiratorio-expiratorio, es decir, respiramos más lento y más profundamente.
  • Disminución de la actividad simpática general. El sistema nervioso simpático es aquel que se activa en momentos en los que se requiere más energía o activación.
  • Aumento de la actividad parasimpática general. El sistema nervioso parasimpático es el que se activa cuando se requiere menos energía. Este sistema podemos activarlo de forma voluntaria con la respiración ya que, al respirar profundamente, movemos el diafragma, el cual estimula a su vez el llamado nervio vago cuya función es precisamente activar este sistema.
  • Disminución en los niveles de secreción de adrenalina, y noradrenalina por las glándulas suprarrenales. Estas dos sustancias se encargan de estimularnos.
  • Disminución del consumo de oxígeno y eliminación de CO sin cambios en el cociente respiratorio.

Casi todas las técnicas de relajación y en particular la respiración, tienen en común una serie de elementos muy importantes:

  • Concentración: Todas las técnicas se basan en conseguir un nivel de concentración en las sensaciones que vamos experimentando en nuestro organismo y en las instrucciones proporcionadas.
  • Actitud Pasiva/Activa: Es necesario dejarse llevar, permitiendo sentir las distintas sensaciones corporales como el cosquilleo, flotar ligeramente, el aire entrando en los pulmones…., cuanto más las percibas, mayor será la relajación. No tengas miedo, no vas a perder el control, es más, el método se basa en ir recorriendo voluntaria y conscientemente las distintas partes del cuerpo y concentrándose mucho en ese recorrido.
  • Reducción de la estimulación ambiental: entrenamiento en un ambiente silencioso y tranquilo, sin realizar otra actividad.
  • Avance Progresivo: Al principio serán sensaciones nuevas y pueden aparecer dificultades, pero a través de la práctica se va adquiriendo más experiencia.
  • Práctica regular: el factor más determinante de su eficacia.
  • No uses la respiración lenta si tienes alguna crisis, hasta que la domines completamente.

Recuerda que la respiración puede ayudarte a reducir de manera voluntaria los síntomas de tensión y de nervios, y, por lo tanto, también te ayudará a comprobar que puedes controlar tu ansiedad, sobre todo en situaciones difíciles.

Disfruta de una relajación guiada por Cristina Luzón

IGUALDAD DE GÉNERO

En coherencia con el valor asumido de la igualdad de género, todas las denominaciones que en este documento hacen referencia a personas y se efectúan en género masculino, cuando no hayan sido sustituido por términos genéricos, se entenderán hechas indistintamente en género femenino o masculino, según el género de la persona que los desempeñe.

En Ohana Psicología contamos con un grupo de psicólogas expertas en todo tipo de terapias y ofrecemos servicios de supervisión de casos clínicos en psicología a psicólogos.

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