El verano, ese momento tan esperado del año para algunas personas y tan temido por otras por lo que implica: ponerse un bañador, estar en la piscina o en la playa con otras personas…
Sabemos que se acerca el verano cuando empezamos a ver campañas publicitarias sobre la conocida “operación bikini”. Esta tendencia aparentemente inocente, en realidad promueve una forma rápida de conseguir un cuerpo “perfecto” a base de dietas milagrosas, restricción de alimentos y ejercicios muy intensos focalizados en zonas del cuerpo concretas.
Pero, ¿qué impacto tiene este bombardeo en nuestro estado emocional y psicológico?
En muchas personas, todo este culto al cuerpo que promueve nuestra sociedad conlleva graves problemas con la imagen corporal (baja autoestima) y, por consiguiente, con los conocidos Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA).
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria se caracterizan por comportamientos desadaptativos en relación con la imagen corporal, la alimentación y el control del peso. Los más conocidos podrían ser la anorexia y bulimia, junto con los atracones y sentimientos de culpabilidad y pensamientos negativos asociados.
Comúnmente, estos trastornos se asocian con tener un cuerpo muy delgado. Sin embargo, tal delgadez es uno de los múltiples síntomas visibles de este tipo de trastornos, ya que la realidad es que los trastornos alimentarios se desarrollan de un modo mucho menos visible, es decir, oculto.
En concreto, las personas que sufren este tipo de dificultades suelen presentar una estructura y forma de pensamiento distorsionado y autodestructivo, producto de la influencia de los mensajes que han ido recibiendo por parte de la sociedad y entorno que les rodea, y que influyen en cómo se ven a sí mismas y cómo creen que deberían ser para ser válidas, aceptadas y exitosas.
Con la Operación Bikini puede ir poco a poco modelándose una forma de pensar y de ver el mundo que conduce a sentimientos de culpabilidad si se ha comido “demasiado”, de modo que la persona sienta la necesidad “vital” de compensar tales “excesos” saltándose comidas, o realizando ejercicio físico intenso, a fin de reducir o eliminar dichos sentimientos desagradables.
La Operación Bikini es sólo una campaña más de marketing en la que las empresas aprovechan una inseguridad generada para vender productos que ayuden a lograr una imagen ideal. En las mujeres suele ser un vientre firme y plano o unas piernas sin celulitis ni estrías; mientras que en los hombres, sin embargo, se fomentan los cuerpos musculados y bien marcados.
El problema real de este concepto es que numerosas personas pueden, por desconocimiento, y en muchas ocasiones incluso sin control médico, comenzar dietas que, lejos de ser saludables, pueden llegar a ser perjudiciales. Éstas se encuentran absolutamente normalizadas en las más cotidianas conversaciones sobre dietas y alimentos, el aspecto del cuerpo, las vestimentas que mejoran y empeoran el aspecto físico, y todo ello sin reparar, insistimos, en su importancia, pues el ambiente, nuestro alrededor, refuerza tremendamente estas conductas. Son muy habituales los cumplidos a las personas cuando adelgazan, consiguiendo que, mediante un proceso de asociación, se establezca una potente relación entre “perder peso” y “éxito social”. De este modo, se corre el riesgo de entrar en un círculo vicioso que se retroalimenta hasta que el trastorno se establece y consolida.
Afortunadamente, la tendencia social poco a poco va cambiando. Cada vez en más ocasiones se pone de relieve y se enfatiza en la verdadera realidad: Nuestros cuerpos son muy distintos y todos ellos son válidos.
Por supuesto, es importante cuidarse, o mejor dicho aún: es imprescindible cuidarse, pero en Ohana Psicología entendemos el autocuidado como un estilo de vida a largo plazo basado en hábitos y conductas saludables que promuevan estados emocionales dirigidos al bienestar. Lo que resumimos de la siguiente forma:
- La alimentación debe ser variada y estable, sin necesidad de restringir alimentos o poner en marcha compensaciones con ejercicio.
- Practicar el ejercicio físico como forma de activarnos, liberar estrés y cuidar la salud física.
- Si se decide realizar una dieta, es fundamental consultar a médicos especializados en nutrición. Y mucho cuidado acudir a profesionales no cualificados.
- En los casos de no poder gestionar adecuadamente nuestros sentimientos y acciones, sería conveniente acudir a un “especialista de estas cosas”, a fin de que nos escuche, entienda y nos proporcione pautas y herramientas psicológicas a nuestro alcance para volver a tener el control de lo que nos está sucediendo.
Y así, que la Operación Bikini llegue a ser:
¿Tienes cuerpo? ¡Sí! ¡Pues entonces coge el bañador que más te guste y sal a disfrutar!
Operación bikini concluida.
IGUALDAD DE GÉNERO
En coherencia con el valor asumido de la igualdad de género, todas las denominaciones que en este documento hacen referencia a personas y se efectúan en género masculino, cuando no hayan sido sustituido por términos genéricos, se entenderán hechas indistintamente en género femenino o masculino, según el género de la persona que los desempeñe.
En Ohana Psicología contamos con un grupo de psicólogas expertas en todo tipo de terapias y ofrecemos servicios de supervisión para psicólogos.
