El término corresponsabilidad familiar se ha derivado de una conceptualización de roles y tareas, enmarcado dentro de la sensibilización social, que tiene como principal objetivo lograr la igualdad entre géneros, fomentando de esta forma la conciliación de la vida laboral y familiar (Maganto, Etxeberría & Porcel, 2010; Rodríguez, Peña, & Torío, 2010). Lograr este equilibrio no solo es conciliación, sino conciliación con co-responsabilidad.
¿Qué implicaciones supone estas nuevas exigencias en nuestro entorno, < relaciones y roles?
La corresponsabilidad requieren que las parejas vayan adecuando su funcionamiento a las nuevas responsabilidades que asumen en base a tres razones:
La equidad de género, para reducir las brechas de recursos (tiempo, dinero e incluso los riesgos de salud asociados a una doble jornada) que hoy existen entre hombres y mujeres y que ayudan a la perpetuación de patrones tradicionales por sexo.
La demanda por una mayor armonía entre las que quizás sean las esferas más importantes en la vida de las personas.
Y la necesidad de dar respuesta social a la cuestión del cuidado de los hijos y otros dependientes, de manera que la relación entre trabajo y familia no sea una de suma-cero (esto es, una relación donde más dedicación a una esfera significa, necesariamente, menoscabo para la otra).
Esto implica necesariamente la regulación de tareas específicas que componen nuestro día a día en torno a tres áreas concretas:
- Tareas del hogar: que incluye aquellas labores relativas a la administración de recursos y al consumo familiar, la limpieza de la casa, la preparación de alimentos, el transporte, la representación y las relaciones en el exterior, así como las tareas de reparación y mantenimiento de la vivienda.
- Cuidado de los hijos e hijas y de otras personas dependientes: que incluye todas las actividades implicadas en la atención a ellas, tales como, por ejemplo, darles de comer, vestirlas, llevarlas al médico, darles las medicinas, proporcionarles transporte y acompañamiento, etc.
- Trabajo emocional: nos referimos a aquellas actividades que permiten mejorar el bienestar y proveer soporte emocional a otras personas y a uno mismo. Ello supone que dicho concepto incluye actividades como dar apoyo, escuchar atentamente, saber hacer ver a los miembros de la familia que se los aprecia y se siente cariño por ellos, etc.
Para lograr que este término se desarrolle en todas las áreas mencionadas anteriormente y en nuestras relaciones, es necesario asentar unas bases metodológicas que nos doten de conocimiento, estrategias y habilidad para el cambio y la asunción de responsabilidades.
Trabajar la corresponsabilidad pasa por comprender y asumir cómo se entiende y se vivencia la igualdad desde una vida llena de desigualdades. Nuestro objetivo se torna aún más difícil por las creencias asumidas en torno al reparto de tareas durante tantos años. La base del trabajo se encuentra en conectar y conocer, a través de la experiencia, cómo afecta en tu salud, en tus relaciones y en tu vida diaria un reparto desigual de las responsabilidades.
Para ello es importante estimular la comunicación verbal, la coescucha, la expresión, la sensibilización corporal y desarrollando la creatividad.
Nuestra actitud siempre debe ser de respeto a nuestras propias vivencias, desarrollar propuestas y sugerencias de herramientas sencillas de autocuidado y mejorar la comunicación y convivencia familiar y de pareja.
Al hablar de corresponsabilidad, además, no solo trabajamos con uno o varios objetivos, sino que también es importante trabajar con intención, de modo que el nivel de bienestar “aquí y ahora” debe aumentar a medida que esta se adquiera.
Es interesante además de recoger propuestas de mejora de la vida (físicas, psíquicas y sociales), ampliarlas, aportando otras que incluyan aspectos artísticos, culturales, sociales, voluntariado, creativos, artesanales, de intercambio, de fomento de actividades ciudadanas, de aprendizajes nuevos y el más importante de todos: plantear que es un buen momento para replantear el sentido de la vida en el último tramo.
¿Por qué es importante y qué beneficios puede aportarnos?
Fuente de independencia, autonomía y respeto a las demás personas
Proporciona afecto y satisfacción personal
Mejora la calidad de vida y permite liberar tiempo.
Poema
Por cada mujer fuerte, cansada de tener que aparentar debilidad
hay un hombre débil cansado de tener que ser fuerte.
Por cada mujer cansada de tener que actuar como una tonta
hay un hombre agobiado por tener que aparentar saberlo todo.
Por cada mujer cansada de ser calificada como “hembra emocional”
hay un hombre a quien se le ha negado el derecho a llorar y a ser delicado.
Por cada mujer catalogada de poco femenina cuando compite
hay un hombre que se ve obligado a competir para que no se dude de su masculinidad.
Por cada mujer cansada de sentirse objeto sexual
hay un hombre preocupado por aparentar que está siempre dispuesto.
Por cada mujer que se siente atada por sus hijos
hay un hombre a quien se le ha negado el placer de la paternidad.
Por cada mujer que no ha tenido acceso a un trabajo o salario satisfactorio
hay un hombre que debe asumir la responsabilidad económica de otro ser humano.
Por cada mujer que desconoce los mecanismos de un automóvil
hay un hombre que no ha aprendido los secretos del arte de cocinar.
Por cada mujer que da un paso hacia su propia liberación
hay un hombre que redescubre el camino a la libertad.
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IGUALDAD DE GÉNERO
En coherencia con el valor asumido de la igualdad de género, todas las denominaciones que en este documento hacen referencia a personas y se efectúan en género masculino, cuando no hayan sido sustituido por términos genéricos, se entenderán hechas indistintamente en género femenino o masculino, según el género de la persona que los desempeñe.
En Ohana Psicología contamos con un grupo de psicólogas expertas en todo tipo de terapias y ofrecemos servicios de supervisión psicológica de psicólogos profesionales.