¿Qué son los trastornos de conducta alimentaria?
Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, en su quinta edición (DSM-V), los Trastornos de la conducta alimentaria (en adelante TCA) se caracterizan por “una alteración persistente en la alimentación o en el comportamiento relacionado con la alimentación que lleva a una alteración en el consumo o en la absorción de alimentos y que causa un deterioro significativo de la salud física o del funcionamiento psicosocial”. De igual forma, Portela de Santana añade que a estos trastornos se les incluye una intensa preocupación por la forma corporal y el peso. Esta categoría diagnóstica engloba los siguientes trastornos: anorexia, bulimia, trastorno por atracón, vigorexia y ortorexia; estos dos últimos no están incluidos en el DSM- V.
- La anorexia se caracteriza por la restricción de la ingesta que conduce a un peso corporal significativamente bajo en relación con la edad, sexo, curso de desarrollo y salud física. Estas personas sufren una alteración en la forma en la que perciben su propio peso o constitución y sienten un miedo intenso a ganar peso o engordar.
- La bulimia nerviosa se define por episodios recurrentes de atracones que terminan en comportamientos compensatorios (vómitos laxantes, diuréticos, ayuno o ejercicio excesivo) para evitar el aumento de peso. Estos atracones y comportamientos compensatorios se producen al menos una vez a la semana.
- El trastorno por atracón se caracteriza por episodios de atracones, pero sin comportamientos recurrentes. Estas personas sienten un malestar intenso respecto a los atracones.
- La vigorexia se define por la obsesión excesiva del cuerpo por ganar masa muscular, afectando así a la alimentación, teniendo una ingesta excesiva de proteínas y carbohidratos junto con el consumo de sustancias como pueden ser los esteroides y anabolizantes.
- Por último, la ortorexia se caracteriza por la obsesión intensa por la calidad de los alimentos que se consumen y por comer sano. Esta obsesión interfiere en la vida de la persona ya que se invierte gran parte del día planificando y preparando las comidas.
¿Qué esconden los trastornos de la conducta alimentaria?
Cuando una persona sufre un TCA sólo vemos la parte superficial de la enfermedad, esto es, las conductas que llevan a las restricciones, las dietas, los vómitos, los comportamientos compensatorios o el consumo de sustancias. Pero, ¿qué hay realmente detrás de estas conductas?
- Integración de estándares sociales de delgadez, principalmente en mujeres.
- Integración de estándares sociales de una gran masa muscular, principalmente en hombres.
- Perfeccionismo
- Baja autoestima o dañada
- Impulsividad
- Ansiedad
- Sentimientos de infelicidad
- Estilos de afrontamiento pasivo
- Poco apoyo social
- Problemas con la propia red de apoyo
- Falta de gestión emocional
- Falta de habilidades sociales.
- Hiperresponsabilidad
- Hiperexigencia
- Trauma
- Culpa
- Exceso de control
- Dificultad para establecer límites
Los TCA son un síntoma de problemas emocionales ocultos, por lo que es esencial abordarlo desde la raíz para ayudar a estas personas a recuperarse.
¿Las redes sociales afectan al desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria?
Las redes sociales han tenido un impacto determinante en la forma en que las personas interactúan con su imagen corporal y su alimentación. Muchos estudios han demostrado una relación clara y directa entre el uso de las redes sociales y el desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria.
Las redes sociales han creado una cultura de comparación constante, donde las personas se equiparan con las imágenes que se comparten en estas redes sociales. Esto puede llevar a una presión intensa para lograr cierto estándar de belleza o peso, lo que a su vez puede desencadenar comportamientos alimentarios preocupantes. Además, muchas redes sociales están llenas de contenido relacionado con la dieta y el ejercicio, lo que puede ser un instigador para las personas que ya tienen una relación complicada con la alimentación. La exposición constante a imágenes y mensajes relacionados con la pérdida de peso, el consumo de sustancias como anabolizantes y esteroides, o la alimentación «saludable», puede llevar a un enfoque obsesivo en la comida y la dieta. Y por todo lo anterior, que se ha podido observar cómo las redes sociales pueden tener una importante influencia en la salud mental y en el desarrollo de los TCA.
Prevención y tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria
La prevención y tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria son indispensables para la recuperación de personas que los sufren. La prevención implica educar a las personas sobre la importancia de la alimentación saludable y la actividad física, así como fomentar una actitud positiva hacia el cuerpo, una relación sana con la comida y una adecuada imagen corporal. También se deben abordar los factores de riesgo, como son la exposición a los medios de comunicación y la presión social para lograr un determinado aspecto físico. La intervención temprana es clave para el éxito del tratamiento.
El tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria implica también abordar los problemas “ocultos”, como la ansiedad, el perfeccionismo, el trauma, así como los problemas de imagen corporal y de percepción distorsionada del cuerpo. Igualmente, puede ser necesaria la atención médica y la supervisión nutricional para abordar los problemas físicos relacionados con la alimentación. En general, la prevención y tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria requieren un enfoque multidisciplinario y el establecimiento de un compromiso a largo plazo que finalice en la recuperación, por lo que debe siempre recurrirse al consejo y ayuda de los profesionales de la Psicología Clínica o Sanitaria.
IGUALDAD DE GÉNERO
En coherencia con el valor asumido de la igualdad de género, todas las denominaciones que en este documento hacen referencia a personas y se efectúan en género masculino, cuando no hayan sido sustituido por términos genéricos, se entenderán hechas indistintamente, según el género de la persona que los desempeñe.
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