Trastornos de la conducta alimentaria
¿Qué es un TCA?
Un trastorno de la conducta alimentaria, a primera vista, está relacionado con alteraciones comportamentales y cognitivas vinculadas al acto de comer, a la imagen corporal y al desarrollo de la identidad. Sin embargo, si nos fijamos más en detalle, encontramos problemas psicológicos que han ido apareciendo a lo largo de la vida y transformando en ansiedad y preocupación excesivas relacionadas con el peso y el aspecto físico; es decir, que esté trastorno grave se ha ido construyendo poco a poco y con el paso del tiempo hasta afectar no sólo a la persona que lo desarrolla y padece, sino también a las personas de su entorno más cercana. En la esfera de este trastorno se aprecia la siguiente tipología, pudiendo manifestarse tanto en solitario como combinadas:
¿Por qué Ohana Psicología? ¿Cómo ordenamos nuestra intervención?
La intervención que realizamos en Ohana Psicología aborda de forma integral todos los aspectos que acompañan al un trastorno de la conducta alimentaria, y en ella destacamos el papel fundamental que juega la confianza y el vínculo terapéutico entre paciente y psicóloga, para poder adentrarnos en lo más profundo de la persona e identificar con ella el factor o factores que pueden haberlo generado y estar manteniéndolo para, finalmente, actuar sobre él (o ellos).
Así mismo, es importante contar con otros profesionales, por lo que Ohana Psicología mantiene una fluida comunicación con expertos de otras disciplinas, del mismo modo implicados en el tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria. De acuerdo con nuestra experiencia, las áreas de conocimiento con las que mantenemos una estrecha y permanente a coordinación son: enfermería, psiquiatría, nutrición y educación.
Nuestro proceso terapéutico puede ajustarse a una intervención individual o grupal:
- Intervención individual: Se concentra en el desarrollo personalizado de un plan de intervención: Conocer a la persona en todas sus áreas vitales junto con la creación del vínculo entre paciente y psicóloga, engloban unos de los procesos más importantes para la recuperación y mejora de la calidad de vida de la persona. Evaluación e intervención van siempre de conjuntadas en todas las sesiones. La intervención se realiza desde un modelo cognitivo-conductual y sistémico, es decir, se interviene a nivel de pensamiento, emoción y conducta, además de comprender y profundizar en todas las relaciones existentes entre los grupos que forman parte de su vida.
- Intervención grupal: Se centra en crear un espacio con personas que manifiestan un trastorno de la conducta alimentaria, donde puedan encontrar un apoyo reciproco, un sentimiento de pertenencia, y poder trabajar objetivos encaminados hacia el bienestar psicológico y emocional. La intervención grupal sirve para reforzar y acompañar a la intervención individual.
Y a su vez, el proceso terapéutico en el tratamiento de los TCA también puede establecer en tres fases:
Fase 1 | Fase 2 | Fase 3 |
Esta fase destaca por una posible desconfianza hacia la psicóloga. Aunque también, puede aparecer la necesidad de complacernos constantemente. Se pueden producir engaños y mentiras. Por lo que nuestra forma de actuación debe caracterizarse por la CONTENCIÓN, EL APOYO Y LA SEGURIDAD DE LA PACIENTE. | En esta etapa se va consolidando la relación terapéutica y la confianza va aumentando. Aquí se van asentando las bases del proceso el vínculo terapéutico, lo que desemboca en niveles más altos de MOTIVACIÓN HACIA EL CAMBIO Y LA CONFIANZA. | Aquí comienza a atribuirse significado a los síntomas y al trastorno de la conducta alimentaria que se sufre, como efecto de los procesos trabajados de resignificación de emociones y de pensamientos asociados. Esta es la fase de la COHERENCIA. |
Nuestra intervención se sustenta en la evaluación en profundidad continua, en la que se trabaja de manera exhaustiva con la paciente y su familia. Es indispensable recopilar toda la información posible acerca del trastorno, a fin de intervenir con rigor y eficiencia. Durante la evaluación/intervención se procederá a:
- Explorar hábitos y dinámicas con la alimentación, tanto a nivel familiar como a nivel individual.
- Conocer los distintos sistemas (social, laboral, académico, familiar y personal) de la vida de la persona con TCA.
- Explorar la red de apoyo y ayudar a fortalecerla en caso de necesidad.
- Evaluar el riesgo vital de la persona que acude a nosotras.
- Informar sobre el TCA, síntomas y consecuencias a través de un proceso psicoeducativo.
- Ayudar a la identificación y a la toma de conciencia de las emociones a través de la introspección y de la observación.
- Dotar de estrategias adaptativas de regulación emocional.
- Trabajar en la reparación de apegos por medio de la resignificación de los mismos y con la ayuda de nuestro apego terapéutico.
- Realizar una observación del cuerpo de forma detallada y sin juicios en los casos de bulimia nerviosa, anorexia nerviosa y dificultades relacionadas con la imagen corporal. Siempre que el trastorno no esté en la primera fase.
- Reconstruir la relación con la comida por medio de la psicoeducación nutricional
- Creación de nuevos hábitos y dinámicas alimentarias.
- Fomentar la trasformación del pensamiento disfuncional hacia un pensamiento que genere bienestar mental, por medio de la reestructuración cognitiva.
- Aprender conductas alternativas a las autolesiones para gestionar el malestar intenso y el sufrimiento.
- Aprender nuevas formas de comunicación a través de la expresión de los sentimientos y las emociones.
- En Ohana trabajamos desde una fluida comunicación con los distintos profesionales implicados en el tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria. Las distintas áreas entre las que estamos en continua coordinación son: enfermería, psiquiatría, nutrición y educación.