En Ohana Psicología y Educación Psicoeducativa trabajamos continuamente con familias que acuden a nuestro centro en Barajas buscando distinto tipo de soluciones. Anteriormente os hablamos de los distintos factores que hay que tener cuenta a la hora de hablar de crianza y ahora, para continuar profundizando en un tema tan interesante, os vamos a contar que existen cuatro tipos de crianza. ¿Os los contamos?
En primer lugar, tenemos el estilo Autoritario, donde dan gran importancia a las normas y el control que se utilizan como una muestra de poder sobre los hijos imponiéndolas sin explicaciones. Utilizan castigos severos de forma rigurosa para moldear la conducta de los hijos y son frecuentes frases como “porque lo digo yo” o “esta es mi casa y harás lo que yo diga”.
En este estilo de crianza, las emociones y afectos no tienen mucho papel en sus interacciones. En este sentido, los hijos de padres autoritarios suelen comportarse de forma sumisa, tener baja autoestima, baja sensación de competencia y un bajo control de sus emociones y conductas en ausencia de supervisión externa por lo que son propensos a la agresividad.
En segundo lugar, tenemos el estilo Permisivo que se caracteriza por la sobreprotección. Los intereses del niño gobiernan la relación, priorizando el bienestar del hijo ante cualquier frustración, intentando protegerle de aquellas experiencias que le puedan incomodar. Existe un bajo nivel de exigencia que se refleja en pocas normas e inconsistencia en los castigos, ya que generan frustración.
Suele suceder que los hijos de padres permisivos son inmaduros ya que no han fomentado su responsabilidad y frecuentemente son incapaces de controlar sus impulsos y se rinden con facilidad.
En tercer lugar, tenemos el estilo Negligente, con padres que prestan poca atención a los hijos en ambas dimensiones, los afectos y las normas brillan por su ausencia. Se trata de una relación distante, olvidando incluso las necesidades básicas. Además, no se establecen normas, pero ocasionalmente puede pasar al polo opuesto teniendo explosiones autoritarias.
Los hijos de padres negligentes tienen baja autoestima y no cumplen las normas, no dan importancia a las necesidades de los demás y son propensos a los problemas de conducta.
Por último, tenemos el estilo Democrático, con progenitores que ofrecen muestras de afecto y aceptación explícitas, mostrando sensibilidad hacia sus necesidades. Se trata de un estilo que favorece que expresen sus sentimientos a la vez que tienen un alto nivel de exigencia, buscando el esfuerzo de sus hijos. Explican de forma clara las normas y aplican coherentemente castigos o sanciones. Tienen diálogos explicativos y utilizan el reforzamiento positivo con expresiones como “me gusta mucho cuando haces…” o “qué bien que…”.
Los hijos con padres democráticos presentan distintos beneficios productos de la crianza positiva como:
- Alta autoestima y seguridad ya que aprenden a tener un sentido del propio valor.
- Son autónomos y se esfuerzan por lograr sus objetivos.
- Tienen buenas habilidades sociales desarrollando una mejor competencia social.
- Tienen buenas habilidades de inteligencia emocional lo que les permite manejar sus emociones negativas en situaciones de estrés y comprender las de los demás.
En Ohana Psicología y Atención Psicoeducativa apostamos por el estilo de crianza democrático. Y, si queréis profundizar más en ello, no os podéis perder el vídeo de nuestra directora, Cristina Luzón, que cierra esta entrada del blog.
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