Solo siento que no siento nada
La palabra anhedonia proviene etimológicamente del griego hedone (placer) y an (falta de).
Por tanto, nos referimos al término anhedonia para describir la dificultad o incapacidad que encuentran algunas personas para experimentar satisfacción por aspectos de la vida que antes sí resultaban agradables y deseados.
Es, en definitiva, una escasa reacción a estímulos que anteriormente resultaban placenteros.
¿Cuál es el origen de la anhedonia?
Según la visión de la neurociencia, la anhedonia tendría su origen en un funcionamiento alterado de los centros de recompensa de nuestro cerebro.
Estas estructuras cerebrales se activan cuando realizamos actividades que nos resultan agradables como, por ejemplo, cuando mantenemos relaciones sexuales o realizamos una de nuestras aficiones favoritas.
Junto a la alteración de estas estructuras cerebrales también influyen otros factores como, por ejemplo, los ambientales (temperatura, luz solar, etc.)
O los factores genéticos, es decir, los genes que hacen la transmisión de una generación a la siguiente.
A su vez, cuando manifestamos el síntoma de la anhedonia, nuestro cerebro dificulta la liberación de dopamina, que es una sustancia química encargada de proporcionarnos la sensación de placer, por ejemplo, cuando escuchamos una canción que nos gusta la dopamina se libera produciéndonos esa sensación característica de agrado, por eso cuando aparece la anhedonia, se suele vivenciar como que una adormecimiento de las ganas por disfrutar en cosas que antes nos encantaban.
Los tres tipos de anhedonia
No todas las anhedonias se expresan de la misma forma en todas las personas.
Según las investigaciones, se pueden distinguir tres grandes tipos de anhedonia.
Por un lado, la anhedonia social, que consistiría en un escaso interés y disfrute por los contextos sociales, por ejemplo, si antes te gustaba quedar con tus amigos e irte a tomar algo, ahora sientes que esa situación social no te produce el mismo placer que te producía antes.
Por otro lado, está la anhedonia física, que se centraría más en la dificultad para disfrutar de estímulos físicos, como por ejemplo el no sentir placer al tomarnos nuestra comida favorita.
Y, por último, podríamos diferenciar la anhedonia sexual, en la que la persona experimenta una falta de interés e incluso incapacidad para disfrutar de las relaciones sexuales.
¿Cómo se puede manifestar la anhedonia?
Como se ha indicado anteriormente, la anhedonia no se manifiesta del mismo modo en todas las personas, pues algunas personas pueden vivirla como una dificultad para adaptarse al contexto o aislarse de los demás, mientras que otras pueden experimentarlo como una disminución pronunciada del placer que previamente si apreciaban al llevar a cabo sus aficiones y hobbies; por otro lado, también puede existir una pérdida o disminución de la lívido que lleva a un escaso interés por la actividad sexual.
Además, la anhedonia se puede acompañar de otras alteraciones menores, entre otras, de una dificultad para reconocer las emociones propias; de ciertas y nuevas alteraciones alimentarias o en el sueño; o de una sensación generalizada de falta de energía.
Llegados a este punto, se hace necesario precisar que la anhedonia no es un simple malestar de 2 ó 3 días en los que nos sintamos con menos interés por algunos aspectos de nuestra vida o algo más tristes de lo normal; la anhedonia va más allá, pues lleva a que la persona experimente un malestar que interfiere de forma determinante en su vida, es decir, esa disminución del disfrute no es algo que aparezca y se desvanezca rápidamente, sino que es algo duradero y mantenido en el tiempo.
¿La anhedonia esta considerada un trastorno?
Según el dsm-5, que es el principal manual profesional que la comunidad científica internacional ha elaborado para clasificar los trastornos y enfermedades mentales, a fin de que puedan ser descritas, entendidas y tratadas de forma igualitaria por médicos psiquiatras y psicólogos clínicos (sanitarios), la anhedonia no está recogida como un trastorno, sino como un síntoma clave en el diagnostico de algunos alteraciones como, por ejemplo, del trastorno depresivo mayor, de los efectos de drogadicción, o de los aspectos más negativos de la esquizofrenia.
¿Qué puedes hacer si sientes anhedonia?
La primera pregunta que tienes que hacerte es: ¿me están limitando en mi día a día estos sentimientos de falta de satisfacción y de disfrute?
Y si la respuesta es afirmativa o dudosa, sólo cobra sentido hablarlo con alguna persona de confianza de tu entorno.
Identifica tu malestar, mira el impacto que tiene sobre tu vida y actividad diaria… ; y recuerda que siempre puedes acudir a un profesional de la psicología cualificado que sepa analizar y distinguir los síntomas existentes para poder diagnosticar qué es y descubrir “qué hay detrás”, de modo que tras un trabajo en conjunto vuelvas a encontrarte bien.
Si te encuentras en este punto, entendemos que puede estar siendo un momento difícil para ti, desde ohana psicología podemos ayudarte y acompañarte en este proceso, recuerda que no estás sola/solo.
IGUALDAD DE GÉNERO
En coherencia con el valor asumido de la igualdad de género, todas las denominaciones que en este documento hacen referencia a personas y se efectúan en género masculino, cuando no hayan sido sustituido por términos genéricos, se entenderán hechas indistintamente, según el género de la persona que los desempeñe.
En Ohana Psicología contamos con un grupo de psicólogas expertas en todo tipo de terapias y ofrecemos servicios de supervisión psicológica profesional a psicólogos.