Las altas capacidades suelen tener una connotación positiva. Se piensa que es maravilloso que un niño tenga altas capacidades porque eso es que es muy listo y le va a ir muy bien. Y ciertamente tiene su lado positivo, pero también puede conllevar riesgos y necesidades diferentes en comparación con otros niños.
En este texto abordaremos qué son las altas capacidades, cuáles son sus indicativos, la importancia del diagnóstico, los riesgos psicológicos que pueden suponer y los recursos existentes para ellas.
¿Qué son las altas capacidades?
La alta capacidad es el término empleado para referirse a personas con elevado nivel de inteligencia, esto es, que los recursos mentales que emplean para obtener resultados son menores que para los demás. Para que se considere elevado tiene que ser una puntuación superior a la media de la población en pruebas específicas de esta aptitud.
La inteligencia es complicada de explicar por haberse definido desde muchas perspectivas. Por ello, vamos a intentar abordarlo. Uno de los psicólogos que aportó luz fue Howard Gardner. Planteó un modelo que identificaba varios tipos de inteligencia: lingüística, musical, lógico-matemática, corporal cinestésica, espacial, intrapersonal, interpersonal y naturalista.
Según este modelo, las personas pueden destacar en una o varias inteligencias siendo superdotados, con talento simple o con talento múltiple. La superdotación es obtener una puntuación superior al 75% de la población en todos los tipos de inteligencia. En cambio, el talento implica una puntuación superior al 90% de la población en un solo tipo de inteligencia (simple) o en varios (múltiple), pero no en todos. Aunque se pueda ser superdotado o tener talento, no se considera a alguien genio hasta que no se combina la alta capacidad con una elevada creatividad y productividad.
Es importante destacar que la inteligencia no es estable en el tiempo. Se necesita un trabajo y acompañamiento por parte del entorno para que el desarrollo sea óptimo. Aunque esté determinado genéticamente, sin una estimulación ambiental adecuada puede no expresarse de igual manera.
¿Qué señales son posibles indicativos de altas capacidades en niños?
Desde pequeños se pueden observar características diferenciadoras. No deben darse todas ellas, solo son distintas señales. Pueden ser niños muy activos, que quieran estar en constante interacción con el medio. Esto no quiere decir que tengan hiperactividad (aunque también podrían). A la vez, su curiosidad es grande, y cuando comienzan a hablar hacen muchas preguntas. Son preguntas más reflexivas en comparación con las habituales en los niños de su edad. De hecho, su grado de comprensión de conceptos es alto, incluso los abstractos. Relacionado con ello, suelen tener interés por la muerte y la vida, o mucho sentimiento de justicia.
También suelen comenzar a hablar de manera temprana. Tienden a hablar mucho y su vocabulario suele ser más rico que el de sus iguales. Es posible que tiendan a cuestionar a la autoridad, pero no desde el desafío, si no desde la inquietud y la falta de conformidad cuando no llegan a entender el motivo de algo. E igual que comienzan a hablar de manera temprana, también empiezan a andar más pronto de lo habitual.
Puede gustarles más estar con adultos porque los niños de su edad no tienen su mismo lenguaje o intereses. Tanto sus intereses más avanzados como el buen manejo de la comunicación hacen más posible que les guste en mayor medida hablar con adultos.
Cuando alguna actividad no les parece interesante, tienden a distraerse y aburrirse. Pero si la actividad les gusta, son bastante exigentes y perfeccionistas consigo mismos. Esto les lleva a no aceptar el fracaso y a frustrarse cuando no consiguen resultados.
Es probable detectar disincronía evolutiva. Esto quiere decir que los menores están muy avanzados en algunas áreas, por ejemplo, sus intereses, y por otro lado tienen comportamientos emocionales acordes a su edad, como pataletas o llantos si no consiguen lo que quieren. Otra posible señal que se ha visto en altas capacidades es la hipersensibilidad, es decir, como si sintiesen sus emociones amplificadas.
Por último, su capacidad de creatividad e imaginación es alta, por lo que pueden elaborar con facilidad varias alternativas para una misma situación, y que sean originales. Igualmente, se observa su inteligencia en su gran memoria. Y, a la hora de aprender, son muy autónomos y no tienen dificultad para generalizar lo que aprenden.
Consecuencias psicológicas de tener altas capacidades
Al tener necesidades distintas a los menores de su edad, también tienen riesgo de padecer ciertas consecuencias psicológicas por esas características diferenciadoras.
Como se ha mencionado antes, son niños que pueden llegar a ser muy exigentes con ellos mismos, por lo que no suelen gestionar el fracaso de la mejor manera. Pueden sentir vergüenza y culpa cuando las expectativas del entorno y las suyas propias no se cumplen. Esa elevada autoexigencia, desemboca en una alta crítica personal.
Cuando no se hacen las adaptaciones adecuadas, también puede suceder lo contrario, que se relajen porque no necesitan esforzarse. Esto los puede llevar al fracaso escolar más adelante. Sucede también por el modelo educativo que se sigue, si es repetitivo les puede parecer aburrido o lento, llevándolos a un bajo rendimiento académico.
Otro sentimiento que puede aparecer es el de incomprensión. Puede verse diferente a sus compañeros y no sentirse parte del grupo. Por eso mismo, hay que estar alerta a los sentimientos de soledad o aislamiento. Relacionado con esto, pueden esconder su capacidad intelectual para encajar en el grupo social y no sentirse rechazado. Hay que prestar especial atención al rechazo social porque afecta a la autoestima del menor, e incluso puede producir un bajo estado de ánimo o ansiedad.
Por último, su hipersensibilidad les hace detectar muy bien sus emociones, incluso cuando no saben gestionarlas, por eso el impacto de estas puede ser más grande.
¿Y ahora qué? Manejo de las altas capacidades con los menores
Si finalmente tu hijo tiene altas capacidades puede surgirte la siguiente pregunta ¿cómo debo comportarme con él? ¿debo hacer algo diferente? No hay que perder el foco de que hay disparidad de necesidades en comparación con el resto de los niños, aunque en ocasiones no lo parezca. Por eso hay que implicarse en el proceso de adaptación. En relación con esto, hay que saber que un buen rendimiento académico no es sinónimo de no necesitar adaptaciones escolares. De hecho, si no hay un buen ajuste en el centro educativo puede darse fracaso escolar, no querer ir al colegio, problemas para gestionar las emociones derivadas del mismo o conductas de interrupción en clase.
Tampoco hay que olvidar que sus emociones y algunas de sus conductas siguen acordes a su edad cronológica, aunque su razonamiento sea mayor, por lo que no hay que tratarles como si fueran adultos.
Al ser más inquietos requieren mayor atención de sus padres. Hay que educarles en que los padres no pueden prestarles toda la atención que demandan porque tienen que gestionar también otras cosas. De hecho, son niños que preguntan mucho, y hay que mostrarles que no todo tiene una respuesta única e inequívoca. Podemos también impulsarle a buscar la respuesta a aquello que nos pregunta, y no ser nosotros quienes les brindemos la respuesta de todo. Además, hay cosas en las que ni siquiera hay respuesta o no se ha encontrado.
Hay que tener especial cuidado en poner en tu hijo expectativas que son tuyas y no suyas. Es decir, como padres se puede esperar del niño que sea piloto de avión porque sabemos que tiene capacidad para ello, pero a lo mejor nuestro hijo no quiere dedicarse a eso, y tiene otras metas. Se debe atender a qué es lo que realmente hace el niño porque quiere y le gusta, y no porque se lo estén imponiendo desde fuera. Tampoco debemos hacerle ver que lo único importante es su carrera académica o profesional. Es necesario darle espacios de juego, de tiempo para las amistades, para el desarrollo emocional, y para el resto de ámbitos que conforman a una persona.
Cabe destacar que, como también se ha explicado, tienen intereses muy concretos, y a aquello que no les interesa no le prestan atención ni esfuerzo. Por ello, hay que inculcarles la importancia de la cultura del esfuerzo para conseguir las cosas, aunque ahora ellos no lo estén necesitando, les prepara para el futuro.
Como son personas que cuestionan mucho el motivo de los límites y las normas, es imprescindible irles marcando estas normas desde pequeños, y trabajar nuestra paciencia porque tendremos que argumentar los motivos de las mismas. Asimismo, hay que ser coherentes y constantes con lo que hemos dicho porque si no cumplimos la norma impuesta, nos lo harán saber y volverán a cuestionarla.
Otro aspecto que no hay que olvidar es fomentar esa creatividad e imaginación. Son niños de por sí creativos, pero hay que continuar dándoles ese espacio para que lo sean.
Conociendo ahora un poco más a este tipo de población, todo lo mencionado es importante para tratar de favorecer lo máximo posible el desarrollo de estos menores.
IGUALDAD DE GÉNERO
En coherencia con el valor asumido de la igualdad de género, todas las denominaciones que en este documento hacen referencia a personas y se efectúan en género masculino, cuando no hayan sido sustituido por términos genéricos, se entenderán hechas indistintamente, según el género de la persona que los desempeñe.
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