La adolescencia es la etapa de transición entre la niñez y la edad adulta, y en este periodo tienen lugar numerosos y profundos cambios, tanto en el cuerpo como en el funcionamiento psicológico que dirige el comportamiento, regula nuestra visión del mundo y marca el modo con el que nos relacionamos con los demás. Este es un momento crucial en la construcción de la propia identidad, en la búsqueda de autonomía y en la toma de decisiones independiente, y es el tiempo en el que los adolescentes empiezan a separarse de sus figuras familiares de referencia.

Sin embargo, transitar esta etapa del desarrollo ni es sencilla ni trivial, ya que los adolescentes son “personas en formación” que aún no se poseen las estrategias ni la seguridad necesarias para una independencia total. Además, la adolescencia es una edad “llena” de poderosas emociones que, en ocasiones, anulan la razón. De hecho, es habitual que los adolescentes desarrollen luchas internas entre la dependencia, que aún “valoran” de sus padres o tutores, y el deseo y necesidad de ser independientes. Este conflicto interno se manifiesta frecuentemente en forma de discusiones, peleas y malos modos.

Tampoco debemos olvidar las dificultades que experimentan los familiares cercanos y de referencia, dada la intensidad y frecuencia de los cambios de actitud que pueden presentar los adolescentes. Es importante entender a este momento evolutivo y responder adaptativamente, a fin de que la relación, aun transformándose, no suponga ni una ruptura ni siquiera un deterioro irreparable del vínculo afectivo.

En Ohana Psicología nos encantan los adolescentes y trabajamos con ellos para que entiendan lo que les sucede y afronten sus procesos de cambio de manera natural, sin incertidumbres y con las mínimas tensiones, a fin de que la transición a la etapa adulta sea adecuada y, si fuera el caso, se prevenga la aparición problemas futuros que puedan dificultar su vida y estado de bienestar.

Y del mismo modo, en Ohana Psicología trabajamos también con los familiares para ofrecerles estrategias que les ayuden a entender y ayudar a sus hijos e hijas adolescentes, así como formas de actuar a la hora de establecer normas y límites coherentes y consistentes que les permitan autorregular sus emociones y, cuando sea necesario, asumir las consecuencias de sus comportamientos. Las principales áreas de malestar o de conflicto en esta etapa son: