La vida en pareja puede aportar infinidad de momentos de satisfacción y alegría, pero, aun funcionando bien, la rutina puede derivar en una apatía que desestabilice la convivencia.

Por otra parte, a lo largo del tiempo las parejas están expuestas a cambios que ponen a prueba su compromiso y la fortaleza de la relación. El nacimiento de un hijo o su salida natural en busca de independencia, una enfermedad grave de algún miembro de la familia, el cuidado de las personas mayores, un cambio laboral o un despido, son fuentes de estrés sorpresivas que pueden actuar como factores desequilibrantes de la estabilidad y armonía de las parejas. Cuando una pareja siente que sus esfuerzos por restablecer la convivencia no logran que las “cosas funcionen como antes”, es momento de pedir ayuda a un profesional.

En Ohana Psicología concebimos el concepto de relación de pareja como un sistema en equilibrio entre la felicidad propia y la de otro, donde se preservan de las necesidades individuales, y en el que se promueve una relación equitativa en la pareja a través de esfuerzo y voluntad. Así mismo, partiendo de nuestros valores, respetamos, consideramos y trabajamos todos los modelos de pareja, así como de diversidad afectivo-sexual.

Admitir que la pareja ha llegado a su fin es, en la mayoría de los casos, un proceso doloroso que supone un antes y un después en las vidas de cada miembro (ayuda para rupturas amistosas). Hacerlo de la mejor manera posible, con los mejores recursos psicológicos y con las estrategias adecuadas, permitirá superar la ruptura del mejor modo. Las causas de las rupturas son siempre muy diversas, diferencias en los valores y proyectos vitales, infidelidades, una suma de decepciones o, sencillamente, el desamor. Una cualquiera de ellas o de sus combinaciones puede llevar a la necesidad de distanciarse emocionalmente de la otra persona y finalizar la relación.

Sin embargo, no todas las rupturas son de mutuo acuerdo, y es entonces cuando se producen roles diferentes, la persona que deja y la persona dejada, pero en ambos el sufrimiento es muy alto. Es muy difícil sobrellevar el sentimiento de abandono o soledad, y también es muy difícil gestionar la sensación de culpa cuando alguien se siente responsable del dolor que experimenta la otra persona.

En Ohana Psicología sabemos lo importante que es alcanzar un tipo de ruptura amistoso, dado que en el camino se producen emociones intensas y desbordantes que pueden llegar a perjudicar el proceso, y más aún si hay hijos de por medio. Por estas razones, procuramos que los integrantes de la pareja comprendan qué sucederá y sentirán durante el proceso (emociones, pensamientos, et.), con el fin de que puedan distanciarse uno de otro con el menor coste personal. Asimismo, trabajamos siempre a favor de una ruptura positiva, pues representa una oportunidad tanto de “crecimiento personal” ante la adversidad, como para elaborar un nuevo proyecto de vida del que sentir orgullo y satisfacción. Las dificultades que trabajamos en Ohana Psicología son principalmente las siguientes: