Hay ocasiones en las que las familias desarrollan conflictos que rompen la convivencia haciéndola inestable, difícil y produciendo un grado de malestar en sus miembros que puede llegar a ser insoportable.

Estas complicaciones en el seno de las familias pueden deberse a un problema latente o a un conjunto de dinámicas familiares complejas que generan desagrado, agotan a sus miembros y, con el tiempo, se enquistan y se convierten en conflictos graves e inmanejables. Sin embargo, a veces, el conflicto también puede fruto de un acontecimiento repentino o traumático que desajusta el equilibrio existente y desemboca en una crisis familiar.

En cada uno de estos casos puede ocurrir que la familia, a pesar de los esfuerzos, no logre solventar la situación problemática por sí misma, lo que lleva a que se incremente la tensión y el sufrimiento. Un psicólogo con experiencia en Terapia familiar es una buena opción para recuperar el bienestar familiar perdido.

En Ohana Psicología intervenimos individual y colectivamente con los miembros de la familia, con el objetivo de escuchar lo que uno de ellos desea o necesita expresar. Tras este proceso inicial de evaluación exhaustiva, es posible establecer los objetivos de la intervención, procurando siempre el mayor bienestar emocional de todos los miembros implicados. Las situaciones confictivas más habituales que atendemos en Ohana Psicología en el ámbito familiar son las siguientes: