Perfeccionismo: ¿amigo o enemigo?

¿Qué es el perfeccionismo?

El perfeccionismo es un constructo psicológico complejo que ha sido muy investigado en las últimas décadas, aunque no existe consenso en torno a su conceptualización, una de las definiciones más utilizadas es la propuesta por Frost et al. (1990).  Este autor lo describe como una disposición de personalidad multidimensional que se caracteriza por la imposición de estándares personales elevados, una constante preocupación por cometer errores y una evaluación crítica extrema de la propia conducta.

Si bien el perfeccionismo puede ser una motivación poderosa para alcanzar metas altas, también puede convertirse en una carga pesada que obstaculiza el progreso y la felicidad. En este breve documento exploraremos los tipos de perfeccionismo que existen, sus causa y consecuencias, y cómo equilibrar la búsqueda de la perfección desde una perspectiva más saludable.

Tipos de perfeccionismo

Hamachek (1978) propone una diferenciación entre perfeccionistas normales y perfeccionistas neuróticos. Mientras los primeros establecen altos estándares, pero son flexibles ante los errores, los segundos no toleran los fallos y son extremadamente críticos con sus acciones. O sea, podríamos decir que existe un perfeccionismo adaptativo y un perfeccionismo desadaptativo. El primero puede impulsar a las personas a esforzarse y alcanzar metas significativas, mientras que el segundo puede conducir a una búsqueda constante y extrema de la perfección, causando malestar y trastornos como la depresión y la ansiedad.

Las causas del perfeccionismo

El perfeccionismo puede tener diversas y variadas causas entre las que se encuentran:

  1. Presión Externa: la sociedad, los padres, los profesores, los amigos exigen y premian conseguir grandes logros prácticamente a cualquier coste. Vivimos en un entorno altamente competitivo en el que cada vez se nos exigen más cosas, más títulos, más experiencia, más formación, ser mejor que el de al lado… Además, las redes sociales han generado un gran impacto en este aspecto, provocando que constantemente estemos comparándonos con estándares, la mayoría de veces, irreales.
  2. Miedo al Juicio: El temor al juicio negativo de los demás puede llevar a la búsqueda constante de la perfección para evitar la crítica externa. Incluso llegando a sentirse obligado a cumplir con las expectativas sociales, pero sin tener en cuenta si queremos conseguir verdaderamente esas metas que nos marca la sociedad en términos de apariencia, éxito profesional o personal, como, por ejemplo, sentir la presión por casarse o tener hijos cuando quizá no son objetivos que sintamos como propios.
  3. Autoestima Baja: Las personas con una autoestima baja pueden utilizar el perfeccionismo para demostrar su valía y ocultar sus inseguridades, poniendo el foco de su valor en sus logros externos en vez de en sí mismos. Sin embargo, nunca consideran que sus resultados sean lo suficientemente buenos, por lo que su autoestima continúa dañándose.
  4. Aprendizaje por observación o modelado: Si alguien en la vida de una persona es un perfeccionista, es más probable que esa persona desarrolle tendencias similares. Por ejemplo, si un niño observa a sus padres siendo extremadamente perfeccionistas, seguramente aprenda esas conductas y las lleve a cabo en un futuro.

Consecuencias del perfeccionismo

Con relación a los efectos psicológicos del perfeccionismo, son abundantes los estudios que han demostrado la relación entre el perfeccionismo y diversas patologías. Se ha asociado con:

  • Los trastornos del ánimo (Bogardus et al., 2022)
  • Ansiedad (Lamarre y Marcotte, 2021)
  • Trastornos obsesivo-compulsivos (Pozza et al., 2019)
  • Procrastinación y evitación: La búsqueda constante de la perfección puede conducir a la procrastinación y a la evitación de actividades, ya que hacer frente a la posibilidad de no alcanzar los estándares deseados puede resultar abrumador.

Aunque la investigación sobre el perfeccionismo se ha focalizado en los aspectos negativos, también existen numerosas publicaciones que señalan la parte positiva de este concepto. Se ha visto que el perfeccionismo se relaciona con un alto rendimiento académico (Endleman et al., 2022) y con una buena capacidad de organización (Oros, 2005).

Equilibrando la búsqueda de la perfección

Como se ha puesto de relieve, buscar la excelencia no es algo negativo en sí mismo, la clave es saber mantener el equilibrio y cultivar una relación sana con el perfeccionismo. Para ello, es muy importante establecer una serie de estrategias que ayuden a gestionarlo:

  • Tener expectativas realistas: establecer metas realistas y asumir que la perfección absoluta es inalcanzable.
  • Aceptar los fallos: verlos como una oportunidad de aprendizaje, de crecimiento, de mejora, en vez de como un fracaso personal.
  • No descuidar el autocuidado: dar importancia al bienestar físico y psicológico, permitiendo momentos de descanso y de disfrute.
  • Fomentar la autocompasión: es decir, aceptar que la imperfección es parte integral de la experiencia humana y mantener un diálogo interno amable con uno mismo.

IGUALDAD DE GÉNERO

En coherencia con el valor asumido de la igualdad de género, todas las denominaciones que en este documento hacen referencia a personas y se efectúan en género masculino, cuando no hayan sido sustituido por términos genéricos, se entenderán hechas indistintamente en género femenino o masculino, según el género de la persona que los desempeñe.

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